Sirva este post como inauguración de una serie (que, espero, el resto de componentes de este blog contribuirá a continuar), que dedicaremos a personajes que deben ser glosados por sus méritos, siempre relacionados con la cultura, claro.
Quizá penséis que el fútbol poco tiene que ver con la cultura, craso error, el deporte también es cultura y, aunque esto sea cada vez más complicado, yo veo el fútbol como un apasionante deporte, al margen de cifras millonarias o apaños arbitrales. Además, cuando esta historia de fútbol ha dado para un libro de David Peace y una película de Tom Hopper (ambos titulados "The damned united"), sin duda, estamos ante un post sobre cultura, no me lo discutáis.
El libro no lo he leído, lo tengo pendiente, pero sí he visto la película, como tal, no es una gran película, dudo mucho que esté entre las mejores del año, pero para los amantes del fútbol, sobre todo del fútbol inglés, es una pequeña joya, refleja con gran realismo, el mundo interno del fútbol, que tampoco ha cambiado demasiado, salvo en su repercusión mediática.
La historia que quiero contaros es la de Brian Clough, jugador de fútbol y el mejor entrenador inglés de todos los tiempos. Polémico, ambicioso y bocazas a partes iguales, pero formó, junto a Peter Taylor (su segundo y un as a la hora de fichar jugadores) uno de los mejores tandems que se ha visto en un banquillo.
Amante del juego limpio, tuvo su principal enemigo (futbolístico y personal) en Don Revie, exitoso entrenador de la época más dorada del Leeds United, que no se caracterizaba precisamente por ser un equipo exquisito sobre el cesped, digamos que sus jugadores eran algo toscos, ganaban títulos, si, pero eran odiados por media Inglaterra.
Como jugador, Clough, tuvo una retirada prematura a los 29 años, tras una grave lesión de ligamentos. Jugó de delantero, y llegó a marcar más de 200 goles con las camisetas del Middelsbrough y el Sunderland, llegando a debutar con la selección inglesa.
De sus comienzos como entrenador, tras su retirada como jugador, no os comentaré nada, para no destriparos la película, es mejor que los veáis por vosotros mismos. Sólo os diré que entrenó, entre otros, al Derby County y al Leeds, con suerte dispar.
El comienzo de su leyenda, llega al hacerse cargo, en 1975, del banquillo del Nothingham Forest, que deambulaba por la segunda división, sin pena ni gloria. En este equipo, se encontró con jugadores como Martin O´neill, actual entrenador del Aston Villa (pedazo de equipo, ¿eh Luis?), o Viv Anderson, primer jugador de color de la selección inglesa. Más tarde se uniría el portentoso portero Peter Shilton, fundamental para ganar el título de liga de 1977-78.
Tras hacerse con los servicios del talentoso Trevor Francis, el Notingham Forest se alzó con la Copa de Europa, dos años seguidos, logro que ningún otro entrenador inglés ha conseguido.
Su estilo de juego era más práctico que otra cosa, con una defensa férrea y un portero seguro, trabajo en el centro del campo y juego por las bandas, muy parecido al fútbol que está hoy de moda. Una de sus frases más célebres hace referencia al "estilo de juego inglés" (ahora desfasado) del que renegaba: "Si Dios hubiera querido que jugáramos al fútbol en el cielo, le habría puesto césped".
Cough fue entrenador del Forest de 1975 a 1993, obteniendo varios títulos más (supercopa de Europa, Copas de la liga) dejó al equipo donde lo encontró, el último de la tabla y sus últimos días no fuernon del todo felices, ya que padeció alcoholismo, enfermedad que le llevó a la muerte en 2004, con 69 años.
Brian Clough es leyenda en la historia del fútbol inglés, incluso tiene su monumento en el centro de Nottingham, una leyenda que se forjó cuando el fútbol era cosa de personas y no de estrellas mediáticas engominadas, esperemos que la esencia de este deporte no se pierda entre tanto circo mediático.
¿Qué mejor epitafio que las propias palabras de Clough? "No quiero epitafios de frases profundas ni nada de ese rollo. He aportado algo. Espero que eso sea lo que digan de mí, y ojalá le haya gustado a alguien".
Publicar un comentario