Mi plato favorito del 2008. Los huevos a la marinera. Ahí va eso. Son como los huevos a la flamenca, pero en lugar de estar cuajaditos en tomate, lo están en una crema de pescado con trozos de lubina y langostino.
¿Que dónde ponen eso? No hay pérdida: Casa Bigote, en Bajo de Guía, en Sanúcar de Barrameda, uno de los santuarios del buen comer y buen beber, que no se sabe qué es mejor en este rincón de la provincia de Cádiz.
Casa Bigote tiene restaurante y taberna. Yo probé el restaurante, pero me quedé con las ganas de estar de pie en la barra de la taberna, que está justo enfrente.
De las gambas que hay por allí y de las almejas no os quiero ni contar (tampoco descubro nada). Ahora bien, lo que yo sentí cuando me metí la primera cucharadita de los huevos a la marinera en la boca...
Ah, y los precios son muy muy buenos, aunque evidentemente hay que pagar la calidad, pero se paga con gusto.
Antes de ir, para los que no conozcan Sanlúcar, se da uno una vueltecita por una de las mejores plazas de abastos del planeta. Las acedías pequeñitas de Sanlúcar no tienen precio, el marisco sí lo tiene... Y no olvidéis visitar el ayuntamiento, antiguo palacio de los Orleans. Uno de los Orleans era muy viajero y por donde iba dibujaba las ventanas que veía. Resulta que en palacio no hay dos ventanas iguales. Precioso detalle.
Otra cosa: La Manzanilla. Pero paro aquí porque si no no salimos de Sanlúcar y yo sólo quería hablaros de mi plato favorito del 2008.
Pues habrá que probarlos, y qué mejor ocasión que nuestro próximo encuentro.
Me desdigo, si no es en Cádiz, que sea en Sanlucar, concretamente en "Casa bigote".