En la Web de su ayuntamiento, encontré todo lo que necesitaba saber sobre este maravilloso lugar, y me puse en contacto con un hotel rural, para reservar un par de noches, tras diversas vicisitudes, nos comunicaron que el hotel estaba completo, después de habernos dicho lo contrario, no diré el nombre del hotel, para no ofender, pero con ganas me quedo.
A todo esto, ya estábamos a lunes y no teníamos nada reservado, afortundamente, llamé a los apartamentos "Rosamarina", como último recurso y no pudimos tener mejor suerte que no tener suerte con la reserva en el hotel anteriormente mencionado.
Porque los apartamentos "Rosamarina" son una auténtica maravilla, la situación es magnífica, desde las terrazas de los apartamentos, situados por parejas a distintas alturas, con un curioso y agradable diseño arquitectónico, tienes una completa panorámica de la sierra, y también del mar, desayunar o cenar en estas terrazas no se paga con dinero. Nerja está a 10' en coche (aunque no aconsejo bañarse en sus playas, masificadas y no muy limpias) y tienes toda la costa malagueña al alcance.
La limpieza es asombrosa en estos apartamentos, perfectamente equipados, con un gran salón y distintas capacidades (3-4-6...personas). El trato de los propietarios (Álvaro y su madre) es exquisito y disponen de piscina (como podéis ver an alguna de las fotos), para darte un chapuzón tardío o descansar sobre alguna de las tumbonas a disposición de los clientes.
El precio es bastante económico, y si lo que buscáis es descanso y paz, no hay lugar mejor. Nosotros ya lo hemos recomendado a varios amigos, y pensamos volver, incluso en otoño, en cuanto dispongamos de unos días.
Frigiliana es un remanso de paz, pasear por sus calles es una delicia, aunque tiene bastantes cuestas, hasta llegar al "Barribarto", pero es pequeño y se presta a dar agradables paseos nocturnos (con alguna que otra paradita para un vinito dulce, muy propio de estas tierras).
También cuenta con una extensa (y algo sangrienta) historia, narrada en diversos azulejos por sus calles, de luchas entre moriscos y castellanos, durante la expulsión de los musulmanes por Felipe II en el s.XVII, pero eso os dejaré que lo descubráis vosotros mismos. También podéis practicar algunas actividades deportivas como paseos a caballo o rapel, aunque nosotros no disfrutamos de ninguna, al disponer de poco tiempo.
Como os dije anteriormente, la costa malagueña está a un paso y de todas sus playas, os recomiendo encarecidamente, Calahonda (que creo pertenece a Granada), pequeña, nada masificada y de aguas cristalinas, además de contar con varios "chiringuitos", la mayoría estupendos, donde poder degustar unas espléndidas almejas, pescaíto frito o unos tomates raf con aguacate (sabrosísimos).
Nada más, espero haberos despertado el interés por este maravilloso paraje, aunque tampoco quiero que acudáis muchos, dejadnos sitio a nosotros.